Estilos de vida y factores de riesgo

Consumo de alcohol per cápita

Beber alcohol es una conducta social muy habitual en la mayoría de los países del mundo, asociada al ocio y el disfrute. Aunque se trata de una sustancia estimulante como el tabaco o las drogas ilegales, su consumo no está “penado” jurídica ni socialmente en los países occidentales. Pero el consumo abusivo del alcohol es responsable del 3,2% de la mortalidad y del 4% de la morbilidad en el mundo, y se considera que es el principal factor de riesgo para la salud pública en los países en desarrollo con baja mortalidad y el tercero en los países desarrollados.

Aunque muchas veces no se tenga conciencia de ello, el abuso del alcohol puede provocar patologías agudas (intoxicación etílica) y crónicas (toxicidad hepática, cirrosis y trastornos mentales). En las últimas décadas se ha registrado un aumento en las tasas de consumo por persona en todas las edades, especialmente en los países más desarrollados; en cambio, el consumo generalmente es más bajo en los países pobres, y es prácticamente nulo en aquellos en que la religión condena su uso, como Egipto, India, Iraq y Kuwait, entre otros.

Al igual que con el tabaco, se ha registrado una disminución progresiva en la edad de iniciación en el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, que además en muchos casos lo consumen de forma descontrolada y poniendo en grave riesgo su salud. Esta conducta de riesgo está asociada con otro de los problemas de salud pública que más afecta a los jóvenes, como son los accidentes de tráfico.


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