Acceso a cobertura sanitaria
Gasto per cápita en salud
Una de las obligaciones de todo gobierno es destinar recursos suficientes para cubrir las necesidades sanitarias de su población. Esto supone invertir los recursos necesarios para garantizar un sistema sanitario público que llegue a todos los ciudadanos, con infraestructuras adecuadas y personal cualificado. Aunque no son contabilizadas en el casillero de la salud, hay muchas otras inversiones que también pueden mejorar la calidad de vida de una población, como la instalación de redes sanitarias y de agua potable, la instauración de un sistema educativo que garantice el acceso universal a la educación básica o la construcción de carreteras que mejoren la seguridad vial.
El gasto sanitario por habitante al año es la variable que muestra con más claridad el nivel de inversión en términos absolutos, además de que permite ver cuál es el gasto total en salud de un país y cuánto de ese gasto es realizado por el gobierno. Los países que constituyen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los más prósperos del mundo, destinan un promedio de 2716 dólares por persona al año, pero sólo el 18% de la población mundial vive en ellos. La Organización Mundial de la Salud OMS) estima que para garantizar las mínimas condiciones de salud se deberían dedicar entre 35 y 50 dólares por persona al año, pero esa cifra parece ser insuficiente para muchos países con necesidades sanitarias acuciantes. Se da la paradoja de que los países menos desarrollados son los que tienen menos recursos para su salud, lo que perpetúa la situación de vulnerabilidad sanitaria y limita sus posibilidades de desarrollo.
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