Determinantes sociales de la salud

Analfabetismo en adultos (mayores de 15 años)

El acceso a la educación es un componente fundamental de la salud. Las evidencias señalan que las personas que alcanzan un mayor nivel educativo suelen acceder a tareas productivas que les permiten conseguir mayores ingresos y, lo que es más importante, suelen tener más información y herramientas para tomar decisiones saludables que les ayuden a prevenir enfermedades y evitar conductas de riesgo. El acceso a una educación universal es considerado un elemento esencial para la eliminación de las desigualdades y la búsqueda de la equidad, y por ello fue incluido como uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio aprobados por las Naciones Unidas en el año 2000. La meta a alcanzar en el año 2015 es asegurar que los niños y niñas de todo el mundo puedan concluir con su educación primaria.

La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) es el organismo internacional encargado de recopilar las mediciones del nivel de alfabetización de los diferentes países. Esta organización considera que una persona está alfabetizada cuando puede leer y escribir con un buen nivel de comprensión.

Las desigualdades en las tasas de alfabetización entre países son enormes. Mientras en los países desarrollados prácticamente toda la población adulta está alfabetizada, al punto de que en muchos casos ya no se mide esta estadística, en los países pobres una amplia proporción de la población adulta no ha tenido acceso a la educación básica. Otro dato a destacar es que en los países menos desarrollados las mujeres presentan siempre una tasa de alfabetización menor que la de los hombres, lo que es un reflejo de la situación de desigualdad y discriminación de género que continúan sufriendo actualmente.


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